Nada irrumpe en nosotros sin consentimiento

Nada irrumpe en nosotros sin consentimiento hasagotlex

Nada irrumpe en nosotros sin consentimiento, aunque a veces ese permiso adopte la forma del descuido. Todo lo que entra —una emoción, una persona, una idea— fue alguna vez invitado, incluso si no éramos muy consientes de ello. El caos, en realidad, puede venir de fuera, pero solo nos alcanza cuando abrimos la ventana que lo deja pasar.

Queremos sentir el aire, respirar algo nuevo, permitir que entre la vida con su ruido y su promesa. Pero olvidamos que el viento no distingue entre lo que debe mover y lo que debe preservar. Lo abrimos para oxigenarnos, y de pronto se lleva lo que creíamos firme. Entonces culpamos al viento, como si el desorden no comenzara en el gesto de abrir la ventana.

Somos nosotros quienes, en nombre de la curiosidad o la esperanza, lo dejamos entrar sin medir el precio. Y cuando todo se revuelve —los papeles del alma, las certezas, los afectos— buscamos un afuera que absuelva lo que fue siempre una elección.

Autor