Reflexión de Bernardo Sorj sobre la Memoria, una cita extraída de su libro “Judaísmo para todos”.
“El mayor monumento que se puede hacer por la memoria de los muertos es recordar la vida que ellos llevaban, la riqueza del universo que ellos expresaban.
La memoria es nuestra condición de humanidad, pero también la principal fuente de sufrimiento. Somos nuestros recuerdos. Memorizar es recortar el pasado, olvidar casi todo para poder recordar ciertos eventos y darles un significado determinado. Si la memoria nos enraíza, dando un sentido de continuidad a nuestras vidas como individuos y como miembros de una comunidad, ella también oprime. Nos quita libertad, nos obsesiona, transforma situaciones de aprendizaje en experiencias traumáticas y resentimientos, aprisionándonos en el pasado. Pero, si no existe presente sin pasado, el pasado siempre es vivido e interpretado a la luz de las realidades del presente. Si la memoria no es aleatoria ni totalmente maleable, ella es constantemente rehecha y palco de conflictos (dentro de cada individuo y entre grupos sociales). La preservación de la memoria es siempre un ejercicio de poder, de la capacidad de imponer una interpretación del sentido del pasado.”
Sorj, Bernardo. Judaísmo para todos. SciELO – Centro Edelstein. Edición de Kindle.
Sorj, Bernardo. Judaísmo para todos. SciELO – Centro Edelstein. Edición de Kindle.